Marte

Marte es el cuarto planeta del Sistema Solar. Es llamado planeta rojo por sus tonos rosados.

Esto hizo que los romanos lo identificaran con la sangre y le pusieran el nombre de Marte, su dios de la guerra.

Marte, visto desde la Tierra, describe una trayectoria muy extraña.

A veces parece que cambia de dirección y retrocede atravesando el cielo visto desde la Tierra, pero no retrocede en realidad.

Cuando la Tierra, que tiene una órbita de menor radio en torno al Sol, adelanta a Marte en sus viajes alrededor del Sol, Marte parece cambiar su dirección y empezar a retroceder.

Esto les sucede a muchos planetas, de hecho, es este fenómeno el que dió lugar a la palabra planeta (errante) pero con Marte se aprecia especialmente.

Uno de los aspectos más llamativos de Marte es su superficie. Marte es comúnmente conocido por sus numerosos cráteres.Pero no sólo hay cráteres en la superficie marciana. Hay muchos valles y también montes, mucho más altos que los terrestres. El más importante es el monte Olympus, un volcán de más de 27 Km. de altura, bastante más alto que el Everest (8.848 metros) y seguramente el monte más alto del Sistema Solar. En la Tierra una montaña así se hundiría por su peso, pero en Marte la gravedad es tan pequeña que el Olympus puede mantenerse en pie.

Toda la superficie de Marte presenta áreas con canales, antiguas regiones oceánica, etc.

Se cree que esos canales son cuencas de antiguos ríos. Algunos como los “outflow”, son regulares y profundos, por lo que se cree que aparecieron por la acción de corrientes de agua violentas, ocasionadas por la fusión rápida de una capa de hielo abundante en Marte conocida como permafrost. Otros, sin embargo, tienen muchas ramificaciones, por lo que debieron formarse con un clima apacible, más parecido al de la Tierra, lo que lleva a los científicos a pensar que en Marte, como en la Tierra, existió un ciclo hidrodinámico.

El planeta Marte tiene una atmósfera muy fina, formada principalmente por dióxido de carbono, que se va congelando alternativamente en cada uno de los polos.

Contiene muy poca agua, tan sólo un 0,03% , unas mil veces menos que la Tierra.

Esta atmósfera es resultado de una larga evolución: se cree que antes era mucho más compacta, presentando nubes que en su momento dieron lugar a precipitaciones. Prueba de ello es la trabajada superficie del planeta anteriormente señalada

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